Para la Comunidad de Madrid la educación no es una prioridad
Para la Comunidad de Madrid la
educación no es una prioridad, es más, ocupa un lugar bastante secundario en
sus objetivos de futuro. Es duro pero es verdad. Es lo único que puede deducirse
de la ligereza, de la improvisación, de la falta de planificación, de los
anuncios de actuaciones que nunca llegan a materializarse, del desconocimiento
de la realidad de los centros escolares, de la falta de eficacia en la dotación
de recursos, del abandono en el que han estado, y siguen estando, los equipos directivos y los docentes para
enfrentarse a una situación nunca imaginada, del desprecio con que se trata a
la comunidad educativa y de todas las promesas incumplidas. Y, por si eso fuera
poco, vamos a peor.
En marzo del año pasado, a causa de
la pandemia, se cerraron los colegios y las familias tuvieron que intentar,
solo con sus recursos y la ayuda de los profesores, que el proceso de
aprendizaje de sus hijos no se viera interrumpido. Todos conocemos el
resultado: la carencia de recursos tecnológicos y la falta de respuesta de la
administración agrandaron una brecha educativa que hoy muchos escolares siguen
sufriendo e intentando reducir.
Por si esto fuera poco, la falta de
planificación de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid determinó
que, a una semana del comienzo del curso 2020/2021 los centros tuvieran que
rehacer toda la organización interna porque hasta ese momento no se decidió el
aumento de aulas que exigía la evolución de la pandemia con el fin de cumplir
las exigencias de las autoridades sanitarias. Esta falta de planificación se
hizo extensiva a la falta de información a los equipos directivos a los que se
responsabilizó en exclusiva de la puesta en marcha de un curso atípico y se les
abandonó a su suerte, a la (des)organización de las pruebas serológicas a los profesores a
comienzo de curso, a los retrasos de semanas en el nombramiento de profesores
para las nuevas aulas creadas, a la falta de acondicionamiento de espacios para
albergar a los nuevos grupos (con meses de retraso en nuestra localidad), a la tardanza en enviar recursos, siempre
insuficientes, para hacer frente a las exigencias sanitarias, a los retrasos en
el comienzo de curso, a los constantes cambios en los protocolos sanitarios,…
De esta situación que, a pesar de
todo y con mucho esfuerzo, sacaron adelante con desigual fortuna los
estudiantes, sus familias, los trabajadores de la enseñanza, es decir, toda la
comunidad educativa, se derivó una consecuencia positiva: por primera vez en
muchos años se bajaron las ratios en la Comunidad de Madrid: gran parte de las
aulas de Primaria tenían un máximo de 20 alumnos y 23 las de Secundaria para
poder mantener la distancia de seguridad. Por fin eran posibles la atención
personalizada y la recuperación del desfase curricular de aquellos alumnos que
más sufrieron las consecuencias del confinamiento. Durante el primer trimestre
incluso se contó con el apoyo adicional de más profesores. Las declaraciones de
la Sra. Ayuso expresando su intención de que esta bajada de ratios fuera
permanente incluso sembraron una chispa de esperanza.
Nada de eso, fue solo el chispazo que
precede al apagón. A día de hoy, esas declaraciones son una burla, una falta de
respeto y una prueba de la frivolidad con la que esta administración gestiona
(es un decir) la educación. ¿Por qué decimos esto? Muy fácil, porque hace
escasos días que la C. de Madrid ha comunicado a colegios e institutos su
planificación para el curso próximo que se traduce en: cierre de TODAS las
aulas que se crearon en septiembre de 2020 para respetar las medidas
sanitarias, aumento de ratios en TODAS las aulas de Primaria a 25 alumnos +10%,
a 30 +10% en Secundaria y a 35 +10% en Bachillerato (añadir este porcentaje solo
se permite en la escolarización extraordinaria) con la consiguiente reducción
de grupos y cierre de aulas que suponen una reducción de la oferta de plazas en
los cursos de acceso al sistema: Infantil 3 años y 1º de Primaria. Esta
reducción oculta un cierre preventivo que solo tiene como objetivo redirigir la
oferta según los intereses de la Comunidad y lleva además aparejado el despido
de miles de profesores que siguen siendo necesarios. Solo en Aranjuez la Comunidad pretende cerrar 110 aulas
para el próximo curso: un desastre
educativo, pero también sanitario.
Es decir, la Consejería de Educación
tiene pensado que los escolares de Madrid comiencen el curso próximo en aulas
masificadas, lo que demuestra su desprecio no solo por la legislación vigente,
al que ya estamos acostumbrados, sino también por las consecuencias que este
hecho tiene tanto para su proceso de aprendizaje como para su salud y la de
toda la población. A día de hoy no hay ningún dato que permita deducir que en
septiembre no serán necesarias las medidas sanitarias que tenemos ahora y que
se han demostrado eficaces, todo lo contrario: en esas fechas los escolares no
estarán vacunados y gran parte de sus familiares, personas jóvenes en su
mayoría, tampoco. Mucho nos tememos que vuelva a repetirse el penoso
espectáculo de septiembre.
Desde la Plataforma por la Escuela
Pública de Aranjuez exigimos que para el curso próximo se mantengan TODAS las
aulas que se abrieron en septiembre de 2020, que las ratios no superen los 20
alumnos por aula en Infantil y Primaria ni los 23 alumnos en Secundaria y
Bachillerato, que se mantenga la oferta de plazas escolares en los centros
públicos sin reducción de unidades, que se tomen las medidas necesarias para
garantizar una enseñanza presencial en TODOS los niveles educativos, que se
mantengan las plantillas actuales de profesorado y que se dote a los centros de los recursos
tecnológicos necesarios para garantizar que los alumnos que lo necesiten puedan
seguir sus clases on line.
El Consejero de Educación y quienes
le asesoran deberían saber la diferencia entre planificar e improvisar. En
marzo pasado se limitaron a abandonar a la comunidad educativa siendo incluso
incapaces de darles un soporte adecuado desde EducaMadrid, en septiembre se
dedicaron a improvisar con prisas un comienzo de curso caótico y ahora que
dicen que van a planificar resulta que están fuera de la realidad. Menudo
panorama.
Aranjuez, 15 de marzo de 2021
Comentarios
Publicar un comentario